miércoles, 21 de octubre de 2009

“Estoy muy satisfecho con mi carrera deportiva” Despedida de Mauro Cambre...


El talentoso volante Mauro Abel Cambre, transformado en un auténtico emblema e indiscutido capitán de Rácing Club en la última década, puso punto final a su etapa como jugador, luego de casi 20 años de carrera. Con la “Academia” festejó seis títulos.

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"Estoy muy satisfecho con mi carrera deportiva", le dijo a LA VANGUARDIA y a PASION 5 el talentoso mediocampista Mauro Abel Cambre, al efectuar un balance de su trayectoria, en una extensa nota en la cual se refirió a su retiro de la práctica activa del fútbol, poniendo punto final a una carrera de casi 20 años.
Nacido el 10 de enero de 1976, el "Negro" (como lo llaman sus amigos y compañeros) atravesó por todas las divisiones de Rácing Club, hasta llegar a la primera división. Ello ocurrió en el año 1990, cuando el entonces entrenador Alfredo Cejas, lo mandó a la cancha en un partido frente a Deportivo Los Pinos, en el estadio "Antonio Cerono". "Al año siguiente, con Marcelo Gentile, fui alternando. A veces jugaba y otras iba al banco. Pero podría decirse que mi consolidación definitiva como titular llegó en 1992, con Javier Vallina como entrenador", rememoró.
A partir de allí fue edificando una gran campaña. Con cinco títulos conseguidos en forma consecutiva, a partir de 2000, se transformó en un emblema indiscutido de la "Academia" en la última década. Siendo propietario casi exclusivo de la cinta de capitán.
También tuvo un paso fugaz por otros clubes de la zona: en 1996 actuó en Colegiales de Tres Arroyos; en 2001 lo hizo en 6 partidos en Ferroviario de Ayacucho, y otros 6 meses en 2006 en Deportivo Mechongué.
Su tranco cansino siempre contrastó con su velocidad mental para jugar y hacer jugar a sus compañeros. Eje de circulación en la salida, solidario en la recuperación del balón y dueño de la descarga precisa para sorprender en ataque, manejó siempre los hilos de su equipo. Además su exacta pegada le permitió convertir muchos goles de tiro libre.
En un prolijo rincón de su domicilio descansan muchos de los pergaminos, distinciones y lauros cosechados en casi dos décadas. Por ejemplo: el "Puelche" obtenido en 1992 como "revelación deportiva", y el "Fangio" de plata de 2003, que lo consagró como el mejor futbolista de esa temporada. También está el trofeo "Ramón Cacho Paz" que recibió en la única edición de la Fiesta del Fútbol, en 1992, y el trofeo "Lito Pereyra", que en 1995 le entregó Rácing, como reconocimiento a su trayectoria dentro de la entidad.

MOMENTO DE DECISIONES
-¿Cuáles son los motivos que impulsaron tu decisión de dejar la actividad?
-La decisión la venía elaborando desde hace bastante tiempo. Ya el año pasado había estado varios partidos sin jugar, sobre todo porque vengo arrastrando una molestia pubalgia, que no me permitía entrenar y jugar normalmente. A principios de este año cuando se hizo el campeonato de verano, me volví a entusiasmar. Hasta que un día tomando unos mates con mi mamá, le comenté que tenías ganas de dejar.
-Pero tardaste en tomar la decisión final.
-Sí. En esa charla mi mamá me sugirió que siguiera otro año más, para retirarme jugando. Como sabía que a ella le gustaba esa idea, decidí darle el gusto. Hice el esfuerzo hasta ahora, que resolví ponerle punto final a mi carrera.
-¿Por alguna causa especial elegiste a Amigos Unidos para despedirte?
-No fue nada especial. Antes del cotejo con Rivadavia ya le había dicho a José (Cannizzo) que no quería seguir más. Pero me propuso que la despedida fuera con Amigos Unidos, sobre todo porque era un clásico y un buen momento para decir adiós. Acepté esa idea y entonces decidí que ese fuera mi último partido oficial.

BALANCE DE SU CARRERA
-¿Qué balance hacés de tu carrera como jugador?
- Estoy muy satisfecho con mi carrera deportiva. El balance es muy positivo. Pude mantenerme jugando en buen nivel casi 20 años en primera división. Gané 6 títulos con la camiseta del club que más quiero. Y, lo que es más importante, pude cosechar muchos amigos y conocer muchos lugares.
-¿Qué significó Rácing en tu vida?
-Rácing ha significado mucho en mi vida, por eso lo llevo en lo más profundo de mi corazón. Es mi segunda casa. Pasé gran parte de mi vida allí. Desde la infancia hasta formarme como persona. Me ayudó a crecer tanto deportiva como humanamente.
-Más allá que has sido un emblema de Rácing, supiste ganarte el reconocimiento de las otras hinchadas.
-Eso es muy gratificante. La gente de Rácing siempre fue muy agradecida y afectuosa conmigo, pero también debo decir que emociona el reconocimiento que estoy recibiendo en la calle de parte de mucha gente que no es de Rácing. Incluso me puso muy contento el afecto que me brindaron los jugadores y dirigentes de Amigos Unidos. Sobre todo porque siempre hubo una rivalidad de clásico dentro de la cancha. Estas cosas me reconfortan mucho.
-¿Te quedó algún sueño por cumplir en el plano deportivo?
-En el plano amateur podría decirse que alcancé todos mis objetivos. Pude jugar en la primera división del club que más quiero y festejar varios campeonatos. También actué en seleccionados juveniles, en representativos balcarceños y también en el Campeonato Argentino. Lógicamente que me hubiese encantado jugar en algún equipo de primera división en el profesionalismo, pero nunca se dio la oportunidad.

NUEVA FACETA COMO ENTRENADOR
-Ya la etapa de jugador pasó a la historia, ¿ahora viene la faceta como entrenador?
-Tuve la chance de dirigir varias veces y la verdad es que me gusta mucho. Trabajé con infantiles y juveniles, aunque después de hacerlo con la primera división, me di cuenta que esto último me atrae más. Igual no tendría problemas en trabajar con los más chicos, ya que sería una buena posibilidad de inculcarle todo lo que aprendí en todos estos años.
-¿Existe la chance de hacerte cargo de la primera de Rácing?
-Un poco habíamos avanzado en esa idea este año, pero luego tuvimos que cortar ese proyecto cuando volví a jugar. Los dirigentes me ofrecieron cumplir la doble función de jugador y entrenador, aunque no me convencía. Así que José (Cannizzo) se hizo cargo de la parte técnica, a pesar de que nos consultábamos todo. Ahora que ya terminó la etapa como jugador me gustaría seguir como entrenador o ayudando desde afuera. Siempre estará dispuesto a darle una mano al club en lo que se necesite. Quiero devolverle a Rácing un poco de todo lo mucho que me dado en todos estos años.
En la parte final, y mientras posaba orgulloso con parte de los trofeos obtenidos en su carrera se encargó de "agradecer a todas las personas que estuvieron a mi lado en estos casi 20 años. A toda la gente del fútbol, en especial a la gran familia de Rácing. Y un agradecimiento muy especial para mis padres, quienes siempre fueron mi apoyo incondicional,en las buenas y las malas".
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Fuente: "Diario La Vanguardia" " Pasión 5"
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